PASO DE PALIO DEL VIERNES SANTO
El paso de la Santísima Virgen sobrepasa cualquier intento de descripción. Atesora piezas de arte de los siglos XVIII, XIX y XX.
Ya a finales del S XIX nos encontramos el paso de palio, en lo que se refiere a bordados, en todo su esplendor tal y como lo conocemos hoy: este armónico conjunto de bordados en oro sobre terciopelo negro, en el que vemos la mano de geniales bordadoras como Patrocinio López o de Concepción Peláez, se debe al prodigio de las Hermanas Antúnez, como documentalmente así se recoge en algunos de los pagos realizados por el presbítero Manuel Zambrano. Tras una serie de intervenciones y modificaciones, el resultado definitivo se consigue entre los años 1898 y 1903.
El palio presenta grandes macizos florales, castillos y leones en el interior de las bambalinas, corbatas o manguillas y, en el techo, como motivo central, una gloria en relieve, con hilos de seda blancos y grises, y en ella, un óvalo de raso azul del que pende, exenta, una paloma con la rosa de pasión en el pico.
En el manto, bordado con grandes motivos florales, nos encontramos de nuevo con la paloma, también exenta, realizada en hilo de oro fino.
El faldón delantero actual es una réplica exacta del original que se encuentra expuesto en el Museo de la Casa-Hermandad. Es obra de Dª Rosario Bernardino (1996).
La peana, en plata de ley con realces sobredorados, es obra, en su primera mitad, de finales del siglo XVIII, y que lleva los punzones de los orfebres “GARCÍA 10 NO&DO” y “M. PALOMINO”. En 1955, en los talleres de Villarreal, se realiza la otra mitad, también en plata, siguiendo la traza original de Palomino. Se completa, en el centro, con un corazón traspasado por una espada en el interior de un sol y dos azucenas, en los extremos, todo ello en plata de ley.
Los varales, estrenados en 1943, son obra de Francisco Bautista Lozano, discípulo de Cayetano González. Basamentos con capillas en forma de cuenca delimitadas por pares de columnetas, primorosos labrados a lo largo del fuste y rematados con jarras.
Cuatro faroles de plata de ley, donados por la familia Zambrano. Dos de ellos figuran como faroles entrevaral.
De los talleres de Villarreal es el resto de la orfebrería del paso: juego de jarras (1941); respiraderos, magníficamente labrados con nueve capillas delimitadas por columnas salomónicas (1974); candelabros de cola, de nueve faroles y con águilas coronadas en su basamento (1977); candelería de 89 piezas de exquisito labrado e Imagen de la Virgen del Carmen, en plata y marfil., donadas por Dª Carmen Olmedo Velázquez; y llamador en plata, donado por la Juventud Cofrade de la Hermandad.