LA SEÑORA DE LA SOLEDAD EN EL MES DE AGOSTO
Nuestra Madre y Reina de los Dolores en su Soledad Coronada, luce durante este mes de agosto, un conjunto sencillo pero a la vez impresionante.
La Virgen luce una saya de seda negra con brocados en terciopelo negro y oro que estrenó para los cultos del Quinario a mediados de los años 70 y que fue donada por Doña María Luisa Zambrano Escribano, esposa del que fue nuestro Hermano Mayor Don Ramón Velázquez Zambrano, con cíngulo de corbatas de encaje dorado y manto liso de terciopelo negro con encaje de oro.
Para la ocasión se ha escogido un bonito encaje de punto de aguja del siglo XVIII traído de Bruselas y que adquirió en un anticuario nuestra hermana Guadalupe Zambrano Romero a finales de los años 80. Luce también un espectacular pañuelo de batista del siglo XIX donado por la que fue nuestra Hermana y Camarera de Honor Doña Dolores Velasco Moreno-Zúñiga.
La virgen luce un conjunto de joyas donados por una de las familias que han dedicado su vida a la hermandad, nos referimos a la familia De la Cueva Palop. Luce en el pecho un espléndido y exquisito corazón con siete puñales de oro que la familia encargó al prestigioso orfebre de la época Fernando Marmolejo y que regalan los hijos de Doña Felisa Palop, Ramón, Manuel , Antonio ,Esperanza, Dolores, Manolita y Felisa en su memoria el 29 de junio de 1976. Así mismo, la Virgen luce en la cintura sobre el cíngulo un maravilloso collar de oro con un broche central con perlas de pequeño tamaño y pedrería de color rosa donado por Doña Esperanza De la Cueva Palop en el año 1973, lleva también en la mano un rosario de plata sobre dorada y perlas negras donado por Don Salvador Muñoz de la Cueva y otro de menor tamaño en plata sobre dorada que regalo Don Francisco Serrano Romero.
Sobre sus sienes lleva la Santísima Virgen la corona más antigua de las que posee, en plata sobredorada salida de los punzones de Palomino en el siglo XVIII, una de las mejores joyas de nuestro patrimonio la cual lucía la Virgen sin estrellas, añadido hecho a partir de unas monedas de oro a principios del siglo XX.
Todo un conjunto que hace realzar y engrandecer más aun a la belleza inigualable de Nuestra Madre y Señora la Virgen de los Dolores en su Soledad Coronada.
Grupo de Priostía
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