Nuestra Madre y Señora de los Dolores en su Soledad abre la Cuaresma de Alcalá de Río, como ya viene siendo tradicional en esta época, con atuendos de hebrea. En esta ocasión luce un conjunto de saya y manto de terciopelo negro con vueltas de color morado, con un bonito cíngulo de corbatas de terciopelo morado y adornos en dorado, regalo de N.H.D. Francisco Correa. En el pecho una fina tela de sedacolor marfil rodeada de la diadema de plata sobredorada con estrellas que estrenara la Virgen en los Dolores Gloriosos de 1973. En sus manos un fino pañuelo de encaje de Bruselas, que la virgen estrenó en el traslado de vuelta a su capilla tras la restauración; la corona de espinas naturales que se usa en el acto del Descendimiento del señor cada Viernes Santo, ambos regalados por su actual prioste, Fernando Vega González, y un bonito rosario de plata y nácar, regalo de N.H.D. Salvador Muñoz De la Cueva.
Para la ocasión se ha colocado tras la Virgen la antigua Cruz de Guía de madera junto con las antiguas escaleras del paso del Triunfo de la Cruz y las vendas del Descendimiento. En los lados del altar, los cuatro faroles de plata del siglo XVIIIregalo de la Familia Zambrano de aquella época, sobre el altar un antiguo paño de tulbordado en hojilla del siglo XIX y los candelabros de guardabrisas regalo de los Marqueses de Pickman. Se completa con un exorno floral especial para esta época formado por unos cepellones y un centro de altar de estatices de color morado y blanco.
El Señor yace sobre un colchón de tela de damasco en morado y dorado y cubriendo su divino cuerpo un fina mantilla de encaje blanca, donada por N.H.Dª. Gumersinda Naranjo Ortiz.
Todo un conjunto que hace resaltar más aún la belleza inigualable de Nuestra Madre y Señora de los Dolores en su Soledad Coronada y su Bendito Hijo el Señor de la Misericordia en su Santo Entierro.
