Tras el altar montado para el Aniversario de la Coronación Canónica, recordando como presidía el Señor el retablo de la capilla antes de que la familia Zambrano donara el actual altar en 1817, recuperamos ahora una imagen de Nuestra Señora y su capilla allá por los años 20 del pasado siglo.
Para la época estival, la Santísima Virgen de los Dolores en su Soledad Coronada aparece ataviada con saya negra de terciopelo bordada en fino oro, que regalara N.H.Dª. Encarnación Osuna Noguera (La Mataora) en 1920 y manto de terciopelo negro y bordados que pertenecieron al antiguo palio de Viernes Santo, obras ambos de las Hermanas Antúnez. En su cintura, precioso cíngulo de maya de oro, y en su mano, pañuelo del mismo estilo que confeccionara y donara N.H.Dª. Asunción Ruíz de los Santos (La Calistra). Sobre el cíngulo, broche relicario de oro con apertura posterior con esmalte de esmeralda y brillantes que donaran los Marqueses de Pickman. En sus manos, corona de espinas de oro que donara N.H.Dª. Guadalupe Romero, rosario de plata bañado en oro con cruz donada N.H.Dª. Ana M. Velasco Moreno-Zúñiga; brazaletes, anillos de oro y piedras y cadena con moneda de oro de Carlos IV engarzada en brillantes del año 1805, regalo de sus hermanos a través de los años. Tocado de fino tul color marfil donado por N.H.Dª. María del Carmen Escalona Romero y en su pecho puñal de estilo barroco de plata con baño de oro que regalara también N.H.Dª. Doña Encarnación Osuna Noguera (La Mataora) en 1916, fino collar de perlas y brillantes regalo de una hermana y sobre su cabeza, aro de plata con baño de oro con 18 estrellas.
El Señor de la Misericordia en su Santo Entierro descansa sobre colchón y almohada en terciopelo y fina mantilla confeccionada en encaje de tipo bolillos de finales del siglo XVIII.
En el retablo, candelabros del siglo XVIII con ramos de cera, candelabros de cinco guardabrisas, juego de cuatro candelabros con ángeles sobre sus patas y guardabrisas, regalo también de los Marqueses de Pickman, y cuatro ánforas de plata.
Todo un conjunto con el que hemos querido representar como lucía nuestra capilla y Nuestros Titulares a principios del siglo pasado.
Fernando Vega González, Prioste
