#XXVANIVERSARIO | 15 DE JUNIO, UN SUEÑO QUE HIZO HISTORIA. PARTE VII: UN PUEBLO ENTERO CON LA VIRGEN, SIN IMPORTAR DÍA NI HORA

#XXVANIVERSARIO | 15 DE JUNIO, UN SUEÑO QUE HIZO HISTORIA. PARTE VII: UN PUEBLO ENTERO CON LA VIRGEN, SIN IMPORTAR DÍA NI HORA

#XXVANIVERSARIO | 15 DE JUNIO, UN SUEÑO QUE HIZO HISTORIA.

PARTE VII: UN PUEBLO ENTERO CON LA VIRGEN, SIN IMPORTAR DÍA NI HORA

Llegado el mes de junio de 1996, y tras meses de actos preparatorios, llegaban las principales celebraciones antes de la Coronación Canónica. Con este fin, la Virgen sería trasladada a la parroquia de Santa María de la Asunción para la celebración del triduo preparatorio.

Se dio la circunstancia de que el domingo 9 de junio se celebró la solemnidad del Corpus Christi. Para no interferir ni restar prioridad al Santísimo Sacramento, el traslado de la Virgen, una bajada extraordinaria, se fijó para el lunes 10 de junio.

La Virgen bajaría a la parroquia entronizada en su paso de palio de Viernes Santo y, de forma inédita hasta la fecha y nunca más vista en este paso, coronada con la diadema de plata sobredorada. Una estampa inusual que grabó otro momento para la historia.

A las 10 de la noche salió la Virgen desde la Capilla de San Gregorio, precedida por las hermanas soleanas con cirios. La paradigmática fila de mujeres de las bajadas y subidas de la Virgen volvió a componerse, contándose por centenares las soleanas que en esta noche acompañaron a la Señora. Por primera vez acompañó a la Virgen en esta procesión la Banda de música de Nuestra Señora del Carmen, de Salteras, que posteriormente en tantas ocasiones lo haría en la Bajada.

No importó que fuera lunes, y que al día siguiente fuese día laborable. Los soleanos en masa acompañaron a la Virgen, así como centenares de foráneos se desplazaron para participar de la grandeza de los actos previos de la Coronación Canónica. El mes de junio ya era soleano, la Virgen y su Coronación Canónica lo llenaban todo. El pueblo refulgía, tanto por los adornos y el exorno extraordinario como por el júbilo, en estas vísperas del mayor acontecimiento cofradiero que se ha vivido en su historia. Y ese 10 de junio dio igual que fuera lunes, que hubiese que trabajar al día siguiente, que fuese plena época de exámenes finales. Todo el pueblo entero se echó a la calle para estar con la Virgen.

En la plaza de España ya comenzaba a alzarse el altar efímero donde Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad sería coronada. Y era la plaza un ir y venir continuo para comprobar la evolución de los trabajos.

Los días 11, 12 y 13 de junio la Parroquia acogió, con la solemnidad y participación acostumbradas en los cultos de nuestra Hermandad, el triduo preparatorio para la Coronación Canónica. Entronizada en el presbiterio en su paso de palio, la Virgen continuó siendo epicentro de la vida en Alcalá del Río. Con los nervios y las emociones a flor de piel, los días solo giraban en torno a Ella.

En la víspera de la Coronación Canónica, aquel viernes 14 de junio, nuestro hermano D. Ignacio Montaño, insigne soleano, puso voz al júbilo que todos sentíamos en nuestros corazones. Un pregón sin parangón, de prosa y versos exquisitos, que rezumaba amor a la Virgen sin reservas, y que ha quedado sin duda para la posteridad. La historia y la devoción, pero sobre todo el sentimiento, y el orgullo de sentirnos hijos de tan excelsa Madre, y poder lucir como mejor santo y seña lo que los versos de nuestro Hermano de Honor en tantos momentos de su pregón apostillaron: “Reina de Alcalá del Río y Soledad Coronada”.

#LaSoledadDeAlcaláDelRío #TúEresElOrgulloDeNuestroPueblo

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