“Y LOS POBRES SON EVANGELIZADOS” (San Mateo 11, 5)

“Y LOS POBRES SON EVANGELIZADOS” (San Mateo 11, 5)

Cristo  manda el recado de su divinidad a Juan el Bautista con la prueba del nueve de la verdad: “¡Y los pobres son evangelizados!”

Y el Papa Francisco nos dice que los pobres nos deben evangelizar.

Por tanto, esto de no ser pobres, de no sentirnos pobres, debe ser un problema.

Por eso, pido para mí y para todos vosotros, en esta Navidad llena de pobres de verdad, la conversión de nuestros corazones tan esclavos de tantas riquezas.


Un año más, el Ángel del Señor sobrevuela la torre fuerte de las veinticinco campanas, buscando pastores en las vigilias de la noche que estén velando sus rebaños: hombres marginados en la época del nacimiento de Cristo, incluso despreciados  por los poderes civiles y religiosos, tan poco fiables que su testimonio no se admitía en juicios; pero a los que el mismo Dios quiso conferir la condición de notarios del nacimiento de su Hijo. “Y la  palabra se hizo carne” (Juan 1, 14)

 Como ahora, y al no encontrarlos ni siquiera por los perfiles verdinegros de los olivares del cercano Aljarafe, el Ángel busca a la gente igualmente discriminada en nuestra sociedad actual: inmigrantes de los semáforos, guardacoches ocasionales, chabolistas, pobres sin techo, parados… Y de parte de Dios, les dice:

“¡No temáis! Os anuncio una gran alegría que es para todos: ¡Os ha nacido hoy un Salvador, que es el Cristo Señor! …Y esta será la señal: encontraréis al Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre!” (Lucas 2, 12)

¡HUMILDE ENTRE LOS HUMILDES!

Otra vez, de puerta en puerta

José busca una posada;

y otra vez la madrugada

le cierra fría y desierta.

Al alba, Jesús despierta

hombre y Niño en el Portal.

¡Dios está aquí! ¡Y el aval

de tal presencia divina

es que al pastor se encamina

su Palabra celestial!

Ignacio Montaño Jiménez

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